lunes, 27 de agosto de 2007

Puede que sí



Compuesta e interpretada por su hermano Álvaro, "Puede que sí" es una canción contra Enrique Urquijo. Según todos los testimonios, la relación entre los dos hermanos era mucho mejor fuera del grupo que dentro, donde a duras penas se malsoportaban. Quizá por eso, la canción -con todo lo dura que es- refleja toda una serie de sentimientos encontrados, como el mismo Álvaro explica: "Es un canto al optimismo, a esa cara o cruz de mi hermano Enrique, y a mi relación amor/odio, que de puro amor/odio era tan apasionada. Cuando a una persona la quieres muchísimo y te hace sufrir, no sabes si pegarle una torta o abrazarlo. Porque sabes que es un enfermo. Y la canción habla de eso, de una relación de amor imposible".

Es curioso, desde luego, cómo "Puede que sí" recoge perfectamente la ambivalencia de la relación entre una persona que se está autodestruyendo y las personas que forman su núcleo más cercano. Porque si hay alguna lírica, o algo de heroísmo, en la autodestrucción, hay que buscarlo sin duda en las personas que rodean a aquel que se está yendo a pique, y contemplan impotentes su caída, sin poder hacer nada (y hasta un poco hartos y aburridos del lamentable espectáculo, una vez que pasa cierto tiempo). De la paciencia de Álvaro y el resto de los Urquijo hay muestras más que sobradas: desapariciones de días, y hasta semanas, en las que nadie sabía dónde estaba Enrique, o conciertos suspendidos con todo el grupo ya encima del escenario porque el cantante no había comparecido o porque no se encontraba en las mejores condiciones para actuar.

Pero lo interesante es que en esta canción, y a poco que leamos lo que se dice entre líneas (con ese final durísimo en que, prácticamente, un hermano se desentiende del otro), se nos da también la otra cara de la moneda: la incomprensión que la persona que sufre ve muchas veces reflejada en las caras de los que tiene alrededor, y que acaba por aislarlo y hacer que se siente impotente frente al problema al que cree enfrentarse solo.

- Del álbum "Dos caras distintas", 1995.


Puede que un día consiga que al fin me entiendas,
que olvide tus ojos de odio y aún te defienda.
Puede que tu vida siga igual
echándole la culpa a los demás...
Puede que una noche quieras dormir
y despiertes soñando que eres feliz.

Puede que sí.

¿Puede tu vida valer lo que pides o te prestan?
¿que olvidas dar las gracias y aún protestas?
¿Puede una ilusión brillar sin luz
jugándote la vida a cara o cruz?.

Puede que sólo quieras algo de mí
cuando nadie se despierte junto a ti.
Puede que sí, puede que sí.

Un día más que te encuentro y tienes que luchar,
si volviéramos a vernos me llevarías al mar
a naufragar.

Puede que no quiera nada de ti
y que empiece ahora a pensar tan sólo en mí.
Puede que sí, puede que sí.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por tu blog. Me ha encantado encontrarlo.
Un saludo.

Anónimo dijo...

eSTE BLOG ES una verdadera maravilla. Me lo he leído
de un tirón y me quedo con ganas de saber mucho mas.

Gracias

Anónimo dijo...

Llevo unos días buscando información sobre Enrique, me ha envanyado este blog, me explico así muchas cosas. Me imaginaba lo difícil que tenía que ser para Álvaro compartir grabaciones y escenarios con Enrique.

Unknown dijo...

Increíble la paciencia que tuvo qu e tener Álvaro, me estoy enterando de tantas cosas. En el fondo, qué gente más buena, uno depresivo, por tanto, aunque genio, problemático, y el otro tirando del carro. Tengo la sensación que Enrique no se llevó el reconocimiento en vida, pero tampoco se lo está llevando Álvaro.
Lo maravilloso que hubiera sido si hubieran seguido siendo niños, disfrutando y componiendo. Gracias por el blog.
Maite

Unknown dijo...

Increíble la paciencia que tuvo qu e tener Álvaro, me estoy enterando de tantas cosas. En el fondo, qué gente más buena, uno depresivo, por tanto, aunque genio, problemático, y el otro tirando del carro. Tengo la sensación que Enrique no se llevó el reconocimiento en vida, pero tampoco se lo está llevando Álvaro.
Lo maravilloso que hubiera sido si hubieran seguido siendo niños, disfrutando y componiendo. Gracias por el blog.
Maite