jueves, 27 de septiembre de 2007

Amor se escribe con llanto

Mientras que la inspiración de la mayoría de los grupos que integraban la movida madrileña venía del punk y la new wave inglesa, la fuente de la que brotó el sonido de las primeras canciones de Los Secretos tenía más que ver con el country-rock y el AOR americanos (radicalizándose ya por completo esta influencia desde finales de los años ´80). Aunque hubo otro gran influjo que no debe desdeñarse, y es la música popular latinoamericana: sabemos, por ejemplo, que en el hogar de los hermanos Urquijo no faltaron nunca los discos de María dolores Pradera, que popularizó la mayoría de los temas que, años después, se redescubrirían en el repertorio de Chavela Vargas. Probablemente, fue a través de la Pradera como Enrique (que en su etapa final de Los Problemas se acercó a este sonido casi como principal leit-motiv de su carrera) conoció -y convirtió desde el primer momento en uno de sus favoritos- el pasillo colombiano titulado "Amor se escribe con llanto", y del que es autor Álvaro Chaparro Dalmar.



La versión de Enrique apareció recogida en su segundo álbum con Los Problemas ("Desde que no nos vemos", 1998) Él mismo lo explicaba así en una entrevista que hizo en aquellas fechas para El País de las Tentaciones: "Me gusta abstraer un poco los temas y hacerlos a mi modo. La máxima representante aquí es María Dolores Pradera y en Méjico lo ha sido hasta ahora Chavela Vargas. Yo, humildemente, pretendo recoger la antorcha de esta gente y seguir haciendo que esas canciones se escuchen." Toda una declaración de amor por un sonido y una sensibilidad que es la que recogen las composiciones de Chabuca Granda, José Alfredo Jiménez o el mismo Álvaro Dalmar, y que era -a no dudarlo- la principal razón por la que Enrique acabó tan apegado a este tipo de música: la devoción que sentía por ella y el reconocimiento con unas letras ajenas que muy bien podrían haber sido propias.



Amor se escribe con llanto
en el diario amargo
de mi desencanto.

Amor que sembraste un día,
rosas de esperanzas
en el alma mía.

Amor que llegaste riendo,
amor que te vas llorando,
ayer...de dichas cantando,
hoy...sin ilusiones,
con mis tristezas... muriendo.

Tu querer...
fue un cariño como de santo,
tibia luz
en las noches
de mi extravío.

Te adoré...
y a pesar de quererte tanto,
Hoy me has enseñado
que amor se escribe...
con llanto...

miércoles, 26 de septiembre de 2007

El tiempo pasa



Para muchos, el LP "Algo más" (1983) es uno de los discos más infravalorados de los Secretos (y, para el resto, es apenas el álbum donde se incluía esa pequeña joya que es "No me imagino", en su versión instrumental y vocal...). Con Polydor totalmente decidida a deshacer su contrato con el grupo (al que las giras y los malos hábitos, así como la inoportuna etiqueta de "babosos", habían terminado por dañar muy seriamente), la distribución del disco fue prácticamente nula y lo mismo, por supuesto, su repercusión en el panorama musical español, que -de todos modos- empezaba a ir dejando de lado a todos los grupos que hubieran tenido algo que ver con la movida.

La producción tampoco fue muy brillante: aunque se suponía que era este disco (y no el siguiente, como al final resultó) el que marcaría un giro del grupo hacia un sonido más country-rock, ese supuesto giro sólo se vio plasmado en un par de temas. A esto hay que sumar que, en palabras de Javier Urquijo, el álbum no salió del todo bien ya que "costó mucho hacerlo porque Enrique estaba muy mal en aquella época". Verdaderamente, en este "El tiempo pasa" (que trata de la apatía o de la desesperanza ante una situación a la que no se le ve remedio alguno, y que probablemente es un reflejo más o menos buscado de cómo se veíael mismo grupo entonces, superado por los acontecimientos y totalmente abrumados por lo que el futuro podía depararles) se juntan las dos cosas: una mezcla horrenda donde la música se come al vocalista, y una interpretación desganada y aburrida, donde Enrique murmura más que canta y donde la gran mayoría de sus líneas acaban resultando directamente ininteligibles.

Y es una pena, porque es una gran canción, que hubiera merecido mucha mejor suerte: quizá una segunda oportunidad, regrabada y remezclada como se hizo con otras que aparecieron en la caja "La Historia de Los Secretos", o tal vez incluida en el disco de homenaje ... o incluso una segunda versión con Los Problemas, que le hubiera dado un rumbo absolutamente insólito.

Sube el volumen: no quiero pensar.
Bebe una copa y trata de olvidar...
no intentes razonar y déjate llevar.
El tiempo pasa.

No trates de encontrar la solución a tus problemas,
a tu situación.
Si las cosas van mal pues ya se arreglarán.
El tiempo pasa.

Si no te sientes solo de verdad,
no necesitas casi nada más.
Puedes vivir así, creyéndote feliz.
El tiempo pasa.

No busques algo que sea irreal,
no encuentres fallos donde no los hay.
No todo está tan mal, deja ya de pensar.
El tiempo pasa.



Como dato curioso, podríamos contar que la portada del disco (como después ocurriría con otros álbumes) Enrique se empeñó en que la dibujara su novia de entonces, que era todavía Eloísa. Ella copió el diseño de uno de los muchos cómics que él tenía, y lo hizo la misma noche antes del día en que se cumplía el plazo de entrega. Terminó a las cinco de la madrugada, y fueron tántas las prisas que se olvidó de colorear la base de la culata de la pistola de negro. ¿El resultado? La chica del dibujo terminó teniendo seis dedos. Pero de eso no se dio cuenta: ni ella, ni Enrique, ni la discográfica, ni, por supuesto, los pocos incondicionales que compraron el "Algo más" en las tiendas.

martes, 25 de septiembre de 2007

Y no amanece

Presumiblemente dedicada a una amiga de Enrique que murió víctima de una sobredosis, la canción que abre el álbum "Adiós tristeza" (1991) está llena de imágenes que describen el submundo de la droga (la clandestinidad de una habitación, unos párpados que se cierran contra la voluntad del que consume, la mano de alguien que ya no da señales de vida...)

El sol de medianoche entró por la ventana
y con la luz de un coche se iluminó tu cara.
La lluvia que mojaba tus calles tan lloradas;
quisiera que limpiara también tu alma.

Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.

La luz del sol gritaba tu nombre tan lejana,
tus párpados trataban de no oir la llamada.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.

El ruido de la calle también te recordaba,
pero al coger tu mano no despertabas.
Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.

Y no amanece en tu cara.
Y no amanece en tu espalda.
Y no amanece en casa.

Y no amanece.
Y no amanece.
Y no amanece.


La música de la canción es de Álvaro Urquijo, y sabemos que Enrique no quedó muy satisfecho con el resultado final de la grabación: "Está como en una onda más mía, más americana", explica su hermano Álvaro. Las mezclas, desde luego, acusan claramente la época en que fue grabada, pero, en todo caso, es esta la versión que ha quedado ahí como una de las canciones de mayor éxito del grupo, y una de las más conocidas de Los Secretos (lo que no quita para que nos preguntemos cómo habría sido la instrumentación y el toque que el autor de la letra hubiera preferido darle).



Los Secretos volverían a interpretar este tema -esta vez acompañados por Cómplices, el grupo de Teo Cardalda, ex Golpes Bajos, y su mujer María Monsonís- en el disco de homenaje "A tu lado", once años después de que hubiera sido escrita y cuando ya todos sabíamos que tampoco amaneció el jueves 18 de noviembre en el portal del número 23 de la Calle Espíritu Santo de Madrid.



domingo, 23 de septiembre de 2007

Déjame (versión maqueta)


Incluida en una de las maquetas que Los Secretos (que se llamaban todavía Tos) presentaron a RCA y CBS, y posteriormente rescatada en 2005 para el oportunista "los Secretos: 25 aniversario" (con el que Polydor intentó rentabilizar los tres primeros discos del grupo una vez que Enrique ya había empezado a convertirse en una especie de figura de culto), esta versión de lo que fue el primer éxito del grupo está llena de detalles que hoy nos pueden parecer enternecedores: la nota de guitarra que se les va al principio de la canción, la batería anfetamínica (a lo Keith Moon, su ídolo) de Canito, la voz de Álvaro coreando el estribillo por la otra pista, los coros duduá que sería eliminados para la versión definitiva del primer LP...



La maqueta fue grabada por sugerencia de Gonzalo Garrido, que conducía el programa de radio Dominó en Onda 2, en el mes de septiembre de1979 y en el estudio Doublewtronics de Madrid. Era un tema tan Garrido lo vio claro desde el principio: bastaba con grabar una maqueta y hacerse un pequeño dossier fotográfico, y luego presentarlo en RCA (donde él tenía contactos). El mismo productor del estudio se había dado cuenta del potencial de la canción al grabarla: "Hay canciones que dices `Desde luego, esto es otra cosa...´" Pero a los cinco días de presentar la maqueta en RCA, la compañía les comunicó su rechazo. Volvieron a intentarlo con la rival CBS, que tampoco pareció interesada. Polydor les parecía ahora lo más razonable como próxima opción, pero eran ya las navidades de 1979 y decidieron dejarlo para después de las fiestas. Fue en la nochevieja de aquel mismo año cuando murió Canito, el batería del grupo, que no llegó nunca a ver publicado ningún disco pero que fue, desde el primer momento, el que más confiaba en que el futuro de Tos (porque Los secretos no existían todavía) sería brillante y largo, y plagado de canciones que la gente se sabría de memoria. Como ésta.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Hoy la vi

La última canción que dejó grabada Enrique (para lo que iba a ser su tercer disco con Los Problemas) tiene una historia detrás que merece ser contada: después de quince años, volvió a encontrarse con la que fue su primera gran amor, Eloísa. Se vieron, de casualidad, en un bar de Madrid, el Honky Tonk (donde Enrique pasaba horas y horas), y se saludaron. Comenzaron a charlar. Ella le preguntó por su salud y él le aseguró que estaba muy bien, y le contó también que tenía una hija de 5 años llamada María. Ella los invitó a merendar cualquier día, y así aprovecharía para conocerla. Se intercambiaron teléfonos: Eloísa le prometió que le llamaría, pero la verdad es que nunca llegó a hacerlo. Dice ella: "Por un lado, tenía mis dudas de cómo estaría él. Me he estado arrepintiendo... Es que pasó un mes [desde la fecha del encuentro hasta su muerte] y tampoco había decidido lo que iba a hacer".

Al volver a casa aquella noche, incapaz de pensar en otra cosa, Enrique Urquijo escribió para ella esta canción. Se incluyó finalmente en el disco de homenaje "A tu lado" instrumentada (sólo se había grabado la voz solista) por Los Secretos y no por Los Problemas, como yo creo que hubiera sido más lógico (porque el propio Enrique así lo había proyectado y porque el mismo estilo de la canción recuerda mucho más la última etapa del autor con Los Problemas que su época anterior, con su hermano Álvaro y el resto del grupo).



Hoy la vi,
la nostalgia y la tristeza suelen coincidir.
Se rompieron mis esquemas,
después comprendí
que si ahora estoy así
es porque hoy la vi.

Y, aunque no lo siento, luego no pude dormir,
y las puertas del recuerdo cedieron al fin
y aquel miedo que sentía hoy vuelvo a sentir.

Hoy la vi,
han llovido quince años que sobreviví...
yo creía que sabía y nunca aprendí
que si ahora estoy así es por que hoy la vi.

Hoy la vi,
y, aunque no lo siento, luego no pude dormir,
yo creía que sabía y nunca aprendí
que si ahora estoy así es por que hoy la vi.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Hoy no


"Algo más" (1983) es un disco fuertemente marcado por la ruptura de Enrique con la que había sido su primera novia, Eloísa. En "Hoy no", se apunta directamente a lo que debió ser la tónica general de aquella relación: un Enrique cada vez más caótico y más perdido (y también más dependiente de la heroína) y una Eloísa que lo culpaba de que la cosa no fuera a ninguna parte. Ante esto, él se sentía impotente, aunque como muy bien apunta M. A. Bargueño en su biografía, "se pregunta: ¿Cuántas razones tengo que inventar para poderme perdonar?, pero a la hora de la verdad no inventa ninguna, y Hazlo por mí es su único argumento".

Fue un álbum también muy condicionado por la decadencia física y moral de Enrique. La grabación fue bastante complicada, precisamente por esta circunstancia, y muchas letras -no sólo esta- demuestran hasta qué punto Enrique había tirado la toalla ("Si las cosas van mal, pues ya se arreglarán", dice en "El tiempo pasa", mientras que en "Perdida la ilusión" sentencia" que "El amor es un juego nada más: pierde el que ofrece más y siempre es igual"). Tan malo era su estado en determinados momentos que tenía que ser su hermano Álvaro el que tenía que grabara las voces, y así sucede en la primera versión de "Hoy no" (aunque resulte completamente chocante que una canción tan personal no sea interpretada por su autor).

Aparte de eso, pocas canciones como ésta demuestran hasta qué punto el sonido de Enrique y su planteamiento musical fue evolucionando, y pocas muestran de forma tan clara la dirección que siguió esa evolución: del pop contestón de la primera versión de Los Secretos al tex-mex atemperado que terminó distinguiendo a Los Problemas (con el acordeón de Begoña Larrañaga como marca inconfundible del grupo, casi siempre modulado por el violín de Fermín Aldaz)


Versión Los Secretos (canta Álvaro Urquijo):


Versión Los Problemas (canta Enrique Urquijo):


Hoy no quiero discutir:
siempre mis defectos, siempre sobre mí...
No, no me reproches más,
que me estoy perdiendo,
y no aguantas más...
¿Cuántas razones tengo que inventar
para poderme perdonar?

Hoy no quiero discutir:
no pienses en ello.

Ya se que te defraudé:
que no es como antes,
nunca te fallé.
Cambió nuestra situación...
Todo fue deprisa,
y fue para peor.

Cuántos recuerdos guardas tú de mí...
para tratarme ahora asi.

Hoy no quiero discutir:
no pienses en ello... hazlo por mí.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Ojos de perdida



Puro power-pop nuevaolero, una auténtica delicia: esto fue antes de que cada grupo que salía tuviera que tener una imagen definida y un ideario más o menos presuntuoso con que defenderse en las ruedas de prensa. Eso fue la Nueva Ola: ganas de hacer ruido y ganas de divertirse, y la música como excusa para ello. Después vino la prensa a reinventar el asunto, y fueron los Babosos (los Secretos, entre ellos, y todos los que hicieran música "sentimental") contra las Hornadas Irritantes (los transgresores), y a partir de ahí ya casi todo fue márketing...

La canción es del primer disco de Los Secretos (del mismo título, 1981: rebautizado precisamente "Ojos de perdida" para su relanzamiento como CD en 1995).